A partir de los 6 años podemos detectar problemas en el desarrollo de los maxilares.
La Dra. Rosa María Ardila y la Dra. Paula Lammers, especialistas en ortodoncia aconsejan que las visitas en la infancia deben comenzar alrededor de los 6 años de edad, cuando la mayoría de los niños tienen suficientes dientes permanentes para que se pueda evaluar la posición y el desarrollo de los dientes y la mandíbula.
Es a partir de esta edad cuando las revisiones deberían ser anuales ya que podemos detectar con carácter temprano problemas de desarrollo en los maxilares, que repercuten en la forma y aspecto facial.
Es importante tener en cuenta que no todos los niños necesitan tratamiento ortodóntico a esta edad, pero es importante realizar una evaluación temprana para identificar cualquier problema ortodóntico potencial y decidir si es necesaria una intervención temprana.
Si se detecta un problema, un tratamiento temprano puede ser beneficioso para guiar el crecimiento y el desarrollo de los dientes y la mandíbula, lo que puede reducir el tiempo y la complejidad del tratamiento en el futuro. Además, el tratamiento temprano puede ayudar a prevenir problemas dentales a largo plazo, como la mordida abierta, la sobremordida y la mordida cruzada.
Desde clínica dental ardila os recomendamos que los padres lleven a sus hijos a una evaluación ortodóncica a los 6 años de edad para detectar cualquier problema temprano y decidir si se necesita un tratamiento ortodóntico temprano.