¡Atención a las mamás y papás!
En los primeros años, el chupete brinda calma a los bebés, pero su uso prolongado puede tener riesgos para la salud bucodental. Aunque ofrece beneficios como el reflejo de succión y ayuda para conciliar el sueño, también conlleva inconvenientes como interferencia en la lactancia y posibles problemas dentales. La recomendación es limitar su uso desde los 18 meses solo durante la noche y evitarlo por completo después de los tres años. En cuanto al biberón, la elección de la tetina es personal, destacando la importancia de modelos pequeños y simétricos.
La succión digital, como chuparse el dedo, común en bebés, puede brindar consuelo, pero prolongarla más allá de la edad preescolar puede tener desventajas y riesgos para la salud bucal. La retirada del chupete, biberón y succión digital antes de los tres años ayuda a prevenir alteraciones en la forma y crecimiento maxilomandibular.
Uno de los problemas comunes derivados del uso prolongado de chupetes y biberones es la mordida abierta, afectando la masticación y el habla. La succión digital puede influir en la forma de la mandíbula, causando deformaciones en el paladar o crecimiento anormal. No todos los niños que se chupan el dedo desarrollarán problemas, ya que la intensidad y duración de la succión, junto con factores genéticos, también juegan un papel importante en la alineación dental y el crecimiento de la mandíbula.