¿Eres de los que se quedan corto o derrochan?
Entramos al baño. Cogemos nuestro cepillo. Lo mojamos bajo el grifo con más o menos agua, según nos pille. Cogemos la pasta de dientes y nos disponemos a cubrir el cepillo, pero… ¿usas la cantidad correcta?
Lo normal o frecuente es cubrir todo el área del cepillo dental con la pasta, pero… ¡error! con sólo la tercera parte tenemos suficiente.
¿Cantidad o calidad?
Seguramente utilicemos más pasta de dientes de lo normal porque, nos da la impresión de que limpia más y deja más sensación de frescor en nuestra boca, ¡pero no es así!
El dentífrico es un producto que utilizando una pequeña cantidad, es suficiente para limpiar toda nuestra boca. Es importante utilizar dentífricos que se adapten a nuestras necesidades bucales. Lo realmente importante del cepillado es utilizar la técnica correcta y realizar un correcto cepillado. Si solo utilizamos nuestro cepillo dental nunca accederemos al total de la superficie dental, ya que en los lugares de difícil acceso debemos utilizar otras herramientas tales como el hilo dental, cepillos intraorales y enjuague bucal.
La cantidad de pasta de dientes debe ser la justa y necesaria, ya que nos aportará beneficios tales como la prevención de caries, enfermedades en las encías, aliento fresco y eliminación de bacterias.
¿Y los niños, qué cantidad?
A partir de los dos años es suficiente con poner una pequeña cantidad de pasta de dientes (como un grano de arroz), eso si, adecuada a su edad y con la cantidad de flúor necesario.
A partir de los seis años deben utilizar una cantidad de pasta dental (como un guisante). Además pueden empezar a utilizar el colutorio (siempre que controle los reflejos de escupir) y acorde a su edad. Así podremos crear un hábito diario para una higiene bucodental más completa. Deben lavarse al menos 2 veces al día los dientes.
Además os aconsejamos acudir al odontopediatra en edades tempranas. Si tenéis dudas podéis consultar nuestro post «La primera visita al dentista»